Parto Illary
El 20 de enero del 2010, a la 1 y media nació mi hija Illary. Amanecer en el rio llego sorpresivamente y casi sin dolor, faltando tres semanas para su fecha. El plan era dar a luz en Pisac, pero mi partera estaba en lima tomando un vuelo a cuzco y yo ya estaba con casi 5 cm de dilatación. Di a luz en el hotel de Fernando, mi pareja. Yo esperaba recibirla en la tierra, pero ella parece q tenía otros planes.
Todo salió muy bien, solo fueron tres horas de contracciones fuertes y ver nacer a illary fue lo más hermoso y menos doloroso del mundo. El parto en si fue muy bueno, pero mi útero se quedó sin la capacidad d contraerse de nuevo y no pude sacar la placenta. Pasaron 45 minutos hasta que llego Leoni. En ese tiempo yo había perdido más d un litro de sangre, inmediatamente me inyecto occitocina para detener la hemorragia, la placenta no salía y empecé a perder el pulso, fue entonces cuando entendí que un parto es vida y muerte al mismo tiempo. Me echaron en una cama y trataron de ayudarme a expulsar la placenta, pero ya yo solo veía mandalas y colores y las personas empezaron a desvanecerse lentamente. Recordé mi primera toma de ayahuasca y me di cuenta que me estaba muriendo. La situación fue bastante crítica, con toda la sangre perdida y mi útero sin contraer todo se volvió una emergencia. Luego nos dimos cuenta que si Leoni no llegaba probablemente yo estaría muerta. Leoni tomo control de la situación, lo demás me lo han contado. Corrieron por más inyecciones y ella llamo a Veny, una ginecóloga que trabaja con ella. Veny al ver toda la sangre y la gravedad del asunto tuvo miedo y no quería intervenir. Leoni no permitió que me muevan a ningún lugar, ya que en el camino podía morir, Veny no tuvo otra opción que extraer la placenta manualmente y del resto se encargó Leoni. Detuvo la hemorragia y me trajo a este mundo nuevamente. Yo estaba inconsciente y abrí los ojos casi de noche. Estuve con suero y tome mi placenta cruda y licuada, luego ya la pude comer frita y sazonada. Aun en mi inconciencia recuerdo el sabor fuerte y amargo de la sangre, pero eso fue lo que me salvo la vida. Verla de nuevo a mi bebe fue maravilloso. Gracias Leo.
Parto Ananda
El 7 de Diciembre del 2012 nació mi hija Ananda. Parto natural en casa, Leo nos dio la oportunidad de atendernos en casa y fue realmente maravilloso. Yo ya había tenido la experiencia de un parto en casa pero ella llego después y lo único que pudo hacer fue ayudarnos ya que se convirtió en una emergencia. Esta vez fue todo distinto. Ella llegó cuando las contracciones empezaban ponerse fuertes, tomo posesión de la sala y la convirtió en una sala de partos en menos de 10 minutos. Llena de plantas, homeopatía, medicinas, oxígeno y muchas cosas más que no recuerdo bien. La experiencia fue maravillosa. Gracias a ella y a mi pareja las contracciones fueron bien respiradas y aunque el dolor siempre es intenso, me sentí en control todo el tiempo. Me hizo un baño de plantas que hizo que termine de dilatar y en dos horas estaba naciendo mi hija. A afortunadamente no me desgarre y como su hermana, fueron partos muy buenos y rápidos. Debido a que en mi anterior parto tuve retención de placenta, ella me puso dos inyecciones de occitocina inmediatamente. Yo estaba realmente nerviosa pero confiada que esta vez sería diferente. Logramos sacar en casi
una hora la mitad de la placenta. Esta vez no perdí sangre y mi útero se contrajo, pero la placenta estaba pegada. Leo calculo que si en 20 minutos no la expulsaba, había que sacarla manualmente. Llamo a Veny porque sus manos eran más pequeñas, Leo que mide casi 1,80 tiene las manos muy grandes y podía romper el canal de parto y causarme mucho dolor. Llego Veny un poco asustada ya que la vez anterior yo estaba muy mal. Vio que la situación estaba controlada y la retiro, dolió mucho pero el parto finalmente termino. Sé que soy un caso rarísimo, solo el 2% de mujeres retienen la placenta en sus partos, y casi nunca se repite el mismo cuadro. Sin embargo mi caso es una prueba de que la medicina natural y los partos en casa no implican más riesgo que una clínica, si se da una emergencia y la partera está realmente preparada no hay de que asustarse. Doy gracias porque nadie me corto, nadie me dijo que tenía que ser cesárea por mi fuente se había fisurado 4 días antes, porque nadie me rasuro y me echo en una camilla mientras que tenía contracciones. Y sobre todo le doy gracias a Leoni por darme la oportunidad de reconciliarme con mi cuerpo y mi feminidad. Perdí el miedo a morir, y me enseño que parir es la cosa más hermosa del mundo!